Esa Sensación Extraña y Emocionante
¿Alguna vez te has encontrado en la oscuridad total, con solo una vela iluminando tu camino? Es una sensación tan extraña y emocionante. Crecer en una granja sin electricidad me hizo vivir esto muchas veces cuando era pequeña. Cuando todo a tu alrededor está completamente oscuro y lo único que tienes es una pequeña llama, parece que tu mundo se reduce a los pocos pasos que puedes ver delante de ti.
Es emocionante, pero también hay una tensión. La vela te da suficiente luz para avanzar, pero las sombras a tu alrededor parecen vivas, como si algo pudiera aparecer de repente. Eso es lo que lo hace tan emocionante—hay una verdadera sensación de aventura, pero también un toque de peligro. La luz parece frágil, y si la llama se apaga, te quedas solo en la oscuridad, sin nada.
Tus sentidos se intensifican. Cada pequeño sonido parece más grande, cada sombra se mueve, y no puedes evitar preguntarte qué hay más allá de lo que puedes ver. Esa extraña mezcla de anticipación e incertidumbre es difícil de describir, pero te hace sentir totalmente presente, totalmente vivo. No es exactamente miedo—es más como una descarga de adrenalina.
Esta foto captura ese momento para mí. Ese parpadeo de luz en medio de la oscuridad, cuando todo parece posible. Hay un borde en ello—como si estuvieras al borde de algo desconocido, pero con emoción por descubrir lo que es. Es esa extraña y emocionante sensación la que me mantiene avanzando, incluso cuando no puedo ver lo que está por delante.
Parpadeo
En la quieta oscuridad, sostengo una llama,
Un parpadeo suave, nunca igual.
Susurra luz, una frágil guía,
Mientras las sombras se extienden, se mueven y se esconden.
El mundo más allá, desconocido, invisible,
Un lugar donde el miedo y el placer conviven.
Cada paso adelante, el borde de la noche,
La oscuridad, viva, justo fuera de la vista.
Una extraña emoción llena el aire,
La llama es pequeña, pero no me importa.
Porque en la oscuridad, siento el estremecimiento,
De lo que podría ser, de lo que aún es.
La vela guía, un suave resplandor,
Sin embargo, en las sombras, los misterios crecen.
Camino la línea, la luz mi escudo,
Pero ante la oscuridad, nunca cedo.
—Marcia Do Vales